Donde comer mejillones en bruselas

Donde comer mejillones en bruselas

✴ Donde comer mejillones en bruselas

💎 Mejillones en bruselas

A pesar de la presencia de su magnífica Grand Place (Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO), de su gran ayuntamiento gótico y de sus más de 80 museos, Bruselas, más que ninguna otra ciudad belga, tiene un carácter anquilosado y estirado: es la sede de la UE y de la OTAN. Y, al igual que la estatua de Rocky Balboa de Filadelfia, la de Bruselas es una escultura de bronce de 1619 de un niño orinando en una fuente que ha sido robada muchas veces y que ahora está sometida a la humillación de ser vestida como un muñeco Ken con varios trajes a lo largo del año.
Bruselas ha dejado su impronta en algunos alimentos: las coles de Bruselas, que se remontan al siglo XIV; los gofres belgas, que son mucho más recientes; las patatas fritas, a las que se les puede poner una serie de aderezos que van desde la mayonesa hasta el vinagre; y los deliciosos y justamente populares chocolates belgas.
Los aficionados a la cerveza le sugerirán gustosamente cualquier cerveza bruselense y le indicarán con gusto la dirección de la Geuuze, un museo de la cerveza en funcionamiento dirigido por la familia Van Roy-Cantillon desde 1989.

👇 Preparación de los mejillones en el restaurante y brasserie de bruselas

En lugar de luchar contra ella, acéptela y táchela de su lista de cosas por las que preocuparse. Creo que la mayoría de los restaurantes de la plaza servirían los mismos mejillones, gofres o patatas fritas. Confía en tus instintos y sigue tu olfato. La vida es corta y no hay que darle demasiadas vueltas. Lo más difícil es encontrar la mezcla perfecta de clichés gastronómicos en el orden correcto. Yo recomendaría empezar por los mejillones, las patatas fritas y la cerveza, y luego pasar al plato de gofres (y después dar un largo paseo para quemar esas calorías). Todo es delicioso y satisfactorio, y sólo tienes una vida (y esto no te matará), así que ve a por ello.
Fui a la Brasserie de l’Ommegang con unos colegas belgas. No llevaban mucho tiempo allí, así que puede que hayan caído en la trampa para turistas, pero era cómodo, no parecía estridente, y las moules & frites eran excelentes. Me recordó a una Brasserie de Quebec, no a un destino turístico. Lo volvería a hacer.

😜 La fiesta de los mejillones belgas 2019

‘Les moules’ también se conocían como ‘mouscles’ en el siglo XVII, de ahí el nombre del plato clásico ‘mouclade’. Los mejillones se llaman mussels en Inglaterra, mosselen en los Países Bajos, mitili en Italia y conchas en España.
Los mejillones son una excelente fuente de proteínas, vitaminas y minerales. Los mejillones tienen un mayor contenido en hierro, fósforo y vitamina B que la carne de vacuno. También son bajos en calorías, con sólo 25 calorías por cada 100 g. ¡Es una opción muy saludable! Los mejillones del Mar del Norte son los que encontrarás en Bruselas. Los más comunes proceden de Zelanda, donde se cultivan en lechos en el fondo del mar. La temporada de los mejillones de Zelanda suele comenzar en julio. La fecha oficial y los precios los fija la única subasta de mejillones del mundo, que tiene lugar en Yerseke (Países Bajos). En la mayoría de las brasseries de Bruselas se sirven mejillones. Pero “Chez Léon” es el “rey” de los mejillones (Petite rue des bouchers, 18). En este encantador restaurante, los mejillones reinan desde hace más de 160 años. Su sencilla receta de “Moules spéciales” es original y auténtica. Los mejillones vienen en su propia cacerola negra y se comen a mano, separando los mejillones de sus conchas con una cáscara vacía. Las conchas se tiran en la tapa del recipiente. ¡Nunca comas un mejillón que no se haya abierto después de haberlo frito!

✅ Cómo hacer moules marinieres belgas, parte 2

El verano ha llegado, lo que significa que no sólo es tiempo de vacaciones, sino también -al menos en Bruselas- de regalarse unos mejillones frescos. Las moules frites son un plato nacional belga, y aunque sacar la carne de los mejillones de sus conchas puede parecer un poco asqueroso al principio, créame cuando le digo que merece la pena probarlo.
Se podría comparar Le Zinneke (en la foto de arriba) con Delirium en cuanto a mejillones: es, con diferencia, el que más variedades tiene. En la carta hay 70 salsas diferentes, desde las convencionales (“nature”, “provencale” o con vino blanco, por ejemplo) hasta las exóticas, pasando por algunas a base de cerveza. Las moules son una de las favoritas, sobre todo cuando el tiempo nos permite sentarnos en el jardín trasero. Puede leer el resto de nuestra reseña de Le Zinneke aquí.
Hay muchos restaurantes alrededor de la iglesia de Santa Catalina que sirven marisco y, por supuesto, mejillones. Hemos llegado a preferir La Boussole aquí: el ambiente relajado, la excelente comida y la proximidad al centro de la ciudad hacen que sea una noche agradable en la ciudad. Nuestro análisis completo de La Boussole puede encontrarse aquí.

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