Alumnos platicando en clase

Alumnos platicando en clase

🍀 Alumnos platicando en clase

🌸 Dibujos animados de estudiantes hablando

El programa Talking in Class de Just Communities involucra a los estudiantes en el diseño de planes de desarrollo escolar significativos que tienen como objetivo eliminar las brechas en las oportunidades de aprendizaje y los logros. Los estudiantes aportan una valiosa visión sobre cómo hacer que las escuelas funcionen para ellos, incluyendo cómo mejorar la participación y la motivación, enseñar contenidos difíciles y construir aulas y entornos escolares exitosos e inclusivos que permitan a todos los estudiantes tener éxito.
La brecha de rendimiento académico, o las diferencias en las oportunidades y los resultados educativos entre los estudiantes de diferentes orígenes e identidades, es una de estas cuestiones.
En todo el país, las escuelas y los distritos se esfuerzan por cerrar estas brechas.
¿Cuál es el beneficio de hablar en clase?
Los estudiantes deben ser una parte importante del diálogo y las ideas si las escuelas quieren ser competitivas, según Talking in Class.
La Iniciativa de Equidad en la Educación de Just Communities, que trabaja con educadores, estudiantes y padres para construir escuelas donde todos los estudiantes se sientan conectados, seguros y reciban la mejor educación posible, incluye Hablar en Clase.
¿Cuál es la estructura del documento?
Durante tres sesiones de un día, se reúne un grupo de 25-35 estudiantes:

↪ Consecuencias de hablar en clase

Puede ser difícil conseguir que los alumnos participen activamente en su clase. Lisa, una profesora veterana, recurre a sus años de experiencia en el aula para compartir sus técnicas favoritas para garantizar una participación equitativa.
Piensa en la clase perfecta. Cuando haces una pregunta, todas las manos se levantan. Los niños están entusiasmados por participar y no tienen miedo de cometer errores porque entienden que no pasa nada si su respuesta es incorrecta. Las conversaciones son animadas y relevantes para el tema en cuestión. Hoy en día, como profesores, todos sabemos que esto no ocurre casi nunca, pero hay una serie de tácticas que los grandes profesores utilizan para fomentar un entorno en sus aulas que favorezca la participación equitativa. La participación equitativa se describe como un aula con rutinas y procedimientos que garantizan que todos los alumnos tengan la misma oportunidad de participar.
Una de las mejores maneras de garantizar la participación de todos los niños es asegurarse de que el trabajo esté segregado para los alumnos de varios niveles. Muchos estudiantes tienen éxito en un campo mientras tienen una relativa debilidad en otro, y no todos los estudiantes leen, escriben o se dedican a las matemáticas de la misma manera. Es importante conocer rápidamente a los alumnos, lo que debería ocurrir en el primer o segundo mes, para poder agruparlos de forma eficiente y optimizar su participación. Para centrarse en habilidades y técnicas con una comunidad o colaboración, suelo agrupar niveles de lectura similares. A veces pongo dos parejas de niños en grupos pequeños (más bien una asociación de dos estudiantes) para fomentar la conversación. Cada pareja estará formada por uno de mayor y otro de menor nivel académico. La colaboración y el trabajo en equipo son cruciales en todas las asignaturas, especialmente para los alumnos con dificultades.

👅 Profesor hablando con los alumnos

El derecho de los alumnos a hablar entre ellos en clase es una de las señas de identidad de las llamadas escuelas “progresistas”. No se espera que los alumnos estén sentados pasivamente todo el día, escuchando obedientemente la conferencia del profesor o completando una tarea en silencio. Según el psicólogo suizo Jean Piaget, cuyas teorías sobre el desarrollo infantil siguen influyendo en muchos profesores, la interacción con los compañeros es vital para el desarrollo social del niño, así como para el aprendizaje. Cuando los adultos instruían a los niños, Piaget suponía que éstos eran receptores pasivos de la información. Sin embargo, observó que cuando un niño hacía preguntas y discutía con un compañero, se convertía en un alumno más implicado y comprometido. Piaget teorizó que la participación exitosa es lo que contribuye a la comprensión.
El aprendizaje entre iguales puede parecer una pérdida de tiempo cuando los profesores abren el aula al trabajo en grupo y a la charla de los niños. Los alumnos suelen desviarse de la misión que tienen entre manos, discutiendo sobre Fortnite o Lizzo. Los niveles de ruido aumentan. Los conflictos estallan como resultado de esto. ¿Es cierto que están aprendiendo? Dedicar o no un tiempo valioso de la clase a que los niños conversen entre sí es una cuestión polémica con implicaciones en el mundo real.

🌍 Castigo por hablar en clase

Cuando empecé a dar clases de inglés como lengua extranjera, pronto me di cuenta de que mis alumnos adultos carecían de la confianza de los más jóvenes, lo que puede provocar inseguridad a la hora de hablar e incluso evitar hablar en inglés en voz alta. Por otra parte, mis alumnos mayores no parecen disfrutar de las actividades de expresión oral tanto como mis adolescentes y niños. Se sienten humillados o les preocupa cometer más errores.
Si esto te resulta familiar, o si simplemente estás buscando formas de mejorar el tiempo de conversación de los alumnos, aquí tienes algunas ideas de actividades exitosas que me han ayudado a convertir mi aula en un espacio más comunicativo.
Piensa en lo relajados que estarían los alumnos con su compañero de habla a la hora de emparejarlos. Tal vez debas pensar en su historia cultural (¿se llevan bien con personas del sexo opuesto? ¿colaboran a menudo con la misma persona y necesitan un cambio)? Cambiar de pareja y encontrarse con personas diferentes puede evitar el aburrimiento y la repetición de trabajar siempre con la misma persona.
He comprobado que dar a los alumnos un escenario relevante y algunos consejos para el juego de roles les ayuda a interactuar con mayor fluidez. Pueden construir su propio diálogo en parejas o en pequeños grupos. Para ello, primero hay que debatir lo que debería incluirse en la escena, luego dejar tiempo suficiente para ensayar y, por último, permitir que los demás alumnos lean el diálogo.

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